Banca y Management

Con más de 20 años de experiencia ejecutiva en el sector financiero y el  inmobiliario, mi profundo conocimiento y pasión por la economía se traducen en una valiosa perspectiva que aporta al gobierno corporativo como consejera independiente, facilitando la toma de decisiones informadas, la gestión de riesgos financieros y la identificación de oportunidades estratégicas para el éxito a largo plazo de la empresa.

 

Darwin y Gresham en el «ring financiero»

El artículo plantea una analogía entre las teorías de Charles Darwin y Thomas Gresham en el contexto financiero mundial. Darwin, con su teoría de la selección natural, postulaba que sobreviven aquellos que mejor se adaptan. Por otro lado, Gresham afirmaba que la moneda «mala» expulsa a la «buena» del mercado. En la crisis financiera actual, aunque deberían triunfar los bancos «buenos» según Darwin, parece que la teoría de Gresham prevalece, ya que bancos más grandes y riesgosos dominan el mercado, poniendo en peligro la estabilidad financiera global. El gobernador del Banco de Inglaterra sugiere reducir el tamaño de estos bancos. A largo plazo, en una nueva crisis, las entidades menos adaptadas podrían prevalecer debido al apoyo estatal, distorsionando la competencia. La elección entre Darwin y Gresham se ve reflejada en decisiones recientes, como la reducción de ING. El futuro dirá cuál teoría prevalece en las finanzas mundiales.

Banca depredadora y el síndrome del «early bird»

El artículo presenta una reflexión sobre la estrategia empresarial en medio de la crisis financiera, utilizando la analogía del «early bird», término utilizado en Reino Unido para describir a aquellos que se benefician de descuentos por madrugar. Tradicionalmente, en una estrategia empresarial, un banco depredador podría beneficiarse de las oportunidades que ofrecen los rescates, adquiriendo cuota de mercado a bajo costo. Sin embargo, la crisis actual ha invertido esta lógica. Ejemplos como Commerzbank, Bank of America y Merrill Lynch, entre otros, muestran cómo las adquisiciones y fusiones prematuras han resultado en pérdidas significativas. La razón radica en que esta crisis no es convencional y no sigue patrones anteriores, presentando giros inesperados. Las decisiones que en el pasado hubieran sido estratégicamente sólidas, ahora pueden generar problemas. La lección clave es que la prudencia y la intuición son esenciales en tiempos de crisis, y las decisiones convencionales pueden no ser aplicables.

Hércules y los trabajos de la banca

El artículo compara los desafíos que enfrenta el sector financiero mundial con dos de los Trabajos de Hércules: la muerte de la hidra y la limpieza de los establos de Augías. Al igual que la hidra que crecía dos cabezas por cada una que se cortaba, la crisis financiera parece empeorar con cada intento de solución. La autora destaca eventos recientes como la nacionalización de bancos y las grandes pérdidas de entidades como Deutsche, Citigroup y Bank of America. Aunque se han tomado medidas para evitar el colapso del sistema financiero, aún no se ha logrado su reactivación. La propuesta de crear un «bad bank» en EE.UU., donde se acumularían los activos tóxicos, podría ser una solución eficaz, al igual que Hércules limpió los establos desviando el cauce de dos ríos. La recuperación dependerá de la capacidad de los gobiernos para liderar y enfrentar este desafío.

Spain is different!

Una parodia británica compara la crisis financiera con la concesión de hipotecas a personas sin recursos y la creación de productos financieros complejos. La crisis que originó en EE.UU. se basó en problemas inmobiliarios y financieros. Al trasladarse a Europa, se vinculó a conglomerados financieros que desestimaron la importancia de una base sólida de depósitos y optaron por activos de baja calidad. Sin embargo, España enfrenta una crisis principalmente inmobiliaria. A diferencia de otros países, las entidades financieras españolas han mantenido una estructura sólida y tradicional, con fuertes coeficientes de solvencia y eficiencia. Estas entidades han sido reguladas rigurosamente, evitando prácticas riesgosas y promoviendo la reserva de capital. En el futuro, tras superar la crisis, es probable que las instituciones financieras tiendan a ser más pequeñas, líquidas, y conservadoras, cuestionando la viabilidad de grandes conglomerados.

La banca sigue en plenas Olimpiadas

La crisis económica actual, compuesta por una simultaneidad de crisis de materias primas, inmobiliaria y financiera internacional, ha puesto a las entidades financieras en una situación similar a la de un maratón. Para enfrentar este reto, las entidades deben tener una sólida posición de solvencia, simbolizada por un buen tono muscular; mantener una posición de liquidez constante, al igual que un corredor debe hidratarse; y generar energía sostenida, optimizando recursos y pensando a largo plazo. La gestión financiera actual debe considerar el entorno cambiante y prepararse para un futuro de tipos de interés elevados y financiación limitada. Además, como en un maratón, es esencial un esfuerzo mental y una motivación intensa. Las entidades financieras deben adoptar el lema olímpico «citius, altius, fortius» (más rápido, más alto, más fuerte) y prepararse para superar los desafíos del entorno económico actual.

¡No matéis al esclavo!

El artículo destaca la importancia de los sistemas de control en las empresas para garantizar la seguridad contra el fraude y la temeridad. Estos sistemas recuerdan a los líderes de las organizaciones sobre sus limitaciones y evitan posibles desvíos. La autora compara este papel con el del esclavo en los triunfos romanos que susurraba al general triunfador «Recuerda que eres mortal» para evitar su endiosamiento. Sin embargo, cuando los líderes de grandes instituciones financieras, como Merrill Lynch y Citigroup, ignoran o minimizan estos sistemas de control, surgen enormes pérdidas y crisis. El caso de Merrill Lynch, que registró pérdidas históricas, se atribuye en parte a la minimización de los procedimientos de control de riesgo. La autora advierte sobre las graves consecuencias de ignorar o eliminar estos controles, como ha sucedido con el reciente escándalo de Société Générale.

El principio de D’Artagnan

El artículo argumenta que, a pesar de la abundancia de literatura empresarial con recetas para el éxito, la última idea significativa en gestión se remonta a 1973. No obstante, al observar las organizaciones exitosas modernas, no se identifican fórmulas sofisticadas, sino un enfoque simple denominado «Principio de D’Artagnan». Inspirado en «Los Tres Mosqueteros» de Dumas, este principio se centra en un liderazgo fuerte (D’Artagnan) que inspira compromiso en otros (los mosqueteros) bajo el lema «¡Uno para todos y todos para uno!». Las organizaciones de alto rendimiento muestran cohesión y una cultura centrada en el cliente, desafiando estructuras jerárquicas tradicionales. En sectores como el financiero, donde los productos son fácilmente replicables, una cultura basada en el principio de D’Artagnan ofrece una ventaja competitiva duradera y única. Dumas, sin intención, proporcionó un modelo para el éxito empresarial en entornos orientados al cliente y dinámicos.

¿Necesitamos los bancos a Al Gore?

El artículo aborda la adaptación y transformación necesarias en el sector bancario ante un contexto de cambio y crisis. Comparando la extinción de los dinosaurios por un supuesto meteorito con la crisis financiera actual, se sugiere que el sector bancario se encuentra en una encrucijada similar, donde la adaptación y la transformación son esenciales para sobrevivir. La crisis del subprime podría ser vista como un «meteorito» que cataliza un cambio en el modelo de negocio bancario, alejándose de la competencia por cuota de mercado y dirigiéndose hacia propuestas de valor más sostenibles y distintas. La capacidad de adaptarse y transformarse en respuesta a un entorno cambiante es crucial. Se menciona el concepto de «océanos azules», donde las empresas crean mercados en áreas no explotadas, haciendo que la competencia sea irrelevante. Se propone que los bancos busquen estos océanos azules, reinventando su industria y buscando crecimiento sostenible.

¿Son los bancos tan malos como parecen?

La autora, Susana Quintás, expone la percepción negativa que el público en general tiene hacia las entidades financieras, en particular los bancos. Relata una experiencia personal en un programa de desarrollo directivo donde fue testigo de esta aversión. Mencionar a los bancos en conversaciones cotidianas desencadena críticas y sentimientos negativos. Sin embargo, los expertos y analistas ven a la banca española como altamente eficiente, innovadora y centrada en el cliente. Esta percepción contrasta con datos que destacan la densidad de la red de sucursales, la innovación tecnológica y la relación calidad-precio de los servicios en España en comparación con Europa. El informe de Deloitte resalta la calidad y economía del servicio bancario en España. A pesar de estos aspectos positivos, la autora sugiere que la verdadera tarea pendiente para los bancos es mejorar su imagen y percepción entre el público.