El artículo argumenta que, a pesar de la abundancia de literatura empresarial con recetas para el éxito, la última idea significativa en gestión se remonta a 1973. No obstante, al observar las organizaciones exitosas modernas, no se identifican fórmulas sofisticadas, sino un enfoque simple denominado «Principio de D’Artagnan». Inspirado en «Los Tres Mosqueteros» de Dumas, este principio se centra en un liderazgo fuerte (D’Artagnan) que inspira compromiso en otros (los mosqueteros) bajo el lema «¡Uno para todos y todos para uno!». Las organizaciones de alto rendimiento muestran cohesión y una cultura centrada en el cliente, desafiando estructuras jerárquicas tradicionales. En sectores como el financiero, donde los productos son fácilmente replicables, una cultura basada en el principio de D’Artagnan ofrece una ventaja competitiva duradera y única. Dumas, sin intención, proporcionó un modelo para el éxito empresarial en entornos orientados al cliente y dinámicos.