Susana Quintás, en su artículo, aborda cómo el panorama laboral está evolucionando debido a la influencia de las nuevas generaciones y la tecnología. Para 2030, millennials y Generación Z dominarán la fuerza laboral, impulsando a las empresas a adoptar políticas más flexibles y a ofrecer oportunidades de aprendizaje. A la par, la tecnología redefine los perfiles profesionales, destacando tanto perfiles técnicos como habilidades blandas vinculadas a las humanidades. Quintás resalta cinco habilidades esenciales: pensamiento crítico, comunicación efectiva, trabajo en equipo con empatía intercultural, creatividad e innovación, y liderazgo adaptativo. En el futuro, las empresas serán tecnológicamente avanzadas, colaborativas y orientadas al propósito, buscando un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.