Mi primer proyecto de inteligencia artificial (IA) lo hice en 2016 cuando era algo “exótico y misterioso”. Hoy los proyectos exitosos están a la orden del día y hay muchísimas empresas que ya están aprovechando toda la potencia de los datos, la nube y la analítica predictiva para desarrollar eficiencias, nuevos modelos de negocio y más ingresos.
Y si nos referimos a la tendencia tecnológica del año: la inteligencia artificial generativa está todo el mundo de subidón. Estos sistemas pueden crear cosas nuevas y únicas de forma automatizada y en base a algoritmos. Por ejemplo, a Bearly -que trabaja habitualmente en inglés-, le pedí en castellano que me escribiese en gallego un poema sobre uno de mis perros del que sólo le había dicho que era un pastor alemán. El resultado “xeitosiño” y en menos de 1 minuto. Se ha puesto al alcance del común de los mortales, la creación de contenido original de muy buena calidad en textos, imágenes, videos etc. Hay muchos modelos de negocio, como la publicidad, que se verán transformados completamente. Gartner ha pronosticado que para 2025, el 30% de los mensajes de marketing salientes de grandes empresas se generarán sintéticamente, frente al 2% en 2022.
Para los estudiantes que se frotan las manos, pensando en no volver a hacer nunca más un trabajo por ellos mismos, agito una bandera roja: ChatGPT -otra de las aplicaciones- cuando no sabe algo se lo inventa y se queda tan pancho. El otro día le pedí que escribiese un email de queja por un fallo en el sensor en una rueda de mi coche. No le puse ni qué rueda era ni el modelo de coche, pues se lo inventó y se equivocó. El error, en este caso, muy fácil de detectar, pero en otros sería más difícil si no eres un experto en el tema. Ojito, ojito a los avispados.
Actualmente, la IA todavía tiene dificultades para interpretar ciertos tipos de información que requieren de una comprensión profunda del contexto y las emociones humanas. Para mi lo que ha ocurrido es que de repente, se puede escribir de cualquier cosa, encontramos respuestas nuevas y originales a nuestras preguntas. Además, de posible es sencillo.
Las posibilidades son inmensas. Pero, inevitablemente, todos los cambios tecnológicos acaban impactando en la sociedad y en las personas induciendo cambios. De ahí la pregunta que titula este artículo: si la IA genera ella solita todo tipo de contenido, nosotros los humanos ¿nos volveremos más idiotas?, ¿dejaremos de pensar por nosotros mismos?
Seguramente, algunos se volverán más “vaguetes”.A mi juicio, en el mundo de desinformación y manipulación al que estamos abocados, tener criterio propio será un elemento diferencial y también curiosidad intelectual. Lo importante no es la capacidad de encontrar las respuestas acertadas sino de saber hacer las preguntas correctas. Precisamente, una de las habilidades críticas, en la actualidad, en una carrera profesional es la capacidad de aprender. Es importante lo que ya sabes hacer, pero es clave lo que eres capaz de aprender; especialmente si hablamos de la generación Z y los centennials que tienen por delante un mundo complejo. Mi consejo para ellos: no dejéis nunca de aprender.
Pulsa aquí para ir al original


Publicado por primera vez en La Voz de Galicia el 9 de Abril de 2023.